25/03/2015 El ladrillo será relevante en la recuperación “tarde o temprano”

Funcas estima que la recaudación fiscal crecerá en 14.000 millones entre 2015 y 2016 por la mejoría económica

La Fundación de las Cajas de Ahorro (Funcas) considera «el papel de la construcción será tarde o temprano significativo» en la recuperación económica. Dos de los investigadores de esta organización con gran reputación en análisis económico, Santiago Carbó y Francisco Rodríguez, apuntan que el sector «sigue siendo de indudable relevancia» para el mantenimiento del crecimiento económico en España.

El último número de Cuadernos de Información Económica editado por Funcas incluye un análisis de Carbó y Rodríguez sobre el papel del ladrillo en los próximos años. Ambos expertos señalan que el sector inmobiliario ha realizado ajustes de precios por la crisis, que ha supuesto una rebaja de las viviendas de entre el 30% y el 40% desde los niveles máximos de 2008. Atisban una «recuperación incipiente», a la vista de la mejora de los datos sobre transacciones y el crecimiento de los contratos hipotecarios. Por eso, esperan que los precios de las viviendas comiencen a crecer a partir de «de 2015 en adelante», aunque de forma moderada, puesto que los altos niveles de desempleo y de endeudamiento aún afectarán a la demanda.

Salvando las distancias entre comunidades autónomas, el número de salarios necesarios para pagar una vivienda era de 6,1 de media en España a comienzos de 2015 –desde los 4,1 sueldos en Castilla-La Mancha, hasta los 8,8 en Baleares– e «incluso si los extranjeros representan alrededor del 13% de las ventas, la mayor parte del mercado depende de las condiciones económicas de los residentes», precisa Funcas.

Por el lado de la oferta también existen lastres para el sector inmobiliario. La Fundación recuerda que el ‘stock’ de viviendas sin vender aún acumula entre un millón y 1,4 millones de inmuebles vacíos, de los que alrededor de medio millón son pisos nuevos.

Ahora bien, entre todos estos indicadores, Funcas reconoce algún elemento que sugiere la vuelta del ‘ladrillo’ como motor económico. Así, recuerda que los datos de afiliación a la Seguridad Social en febrero de 2015 arrojaron 96.909 nuevos ocupados, de los que 26.068 pertenecían a la construcción, por delante del resto de sectores.

Estadísticas más rigurosas

En este contexto de renovación del sector inmobiliario, los economistas pidan una mejora de las estadísticas disponibles en España sobre el mismo. «A pesar de la importancia de la construcción, los estándares de calidad informativa de los indicadores del precio de la vivienda no son comparables con los utilizados en países como EE.UU.», lamentan.

Carbó y Rodríguez echan en falta que los datos del Ministerio de Fomento y de las principales tasadoras que los nutren incluyan las adquisiciones hechas en efectivo y otras formas diferentes de acceso más allá de las hipotecas, que actualmente quedan fuera. Además, señala que las estadísticas basadas en tasaciones muestran la evolución del mercado con cierto retardo.

Al mismo tiempo, señala que las estadísticas del Instituto Nacional de Estadística (INE), basadas en registros públicos, no reflejan los verdaderos precios acordados por las partes en una compraventa.

Esta situación, señalan finalmente, también ocurre en el caso de las estadísticas que ofrecen los portales inmobiliarios, que recogen precios superiores a los reales, puesto que toman los valores de oferta sin la negociación posterior entre las partes.

Impacto de la reforma fiscal

Por otra parte, la publicación de Funcas también incluye un informe que sostiene que la mejoría económica elevará la recaudación del IRPF y los impuestos que gravan el consumo (IVA e impuestos especiales) en casi 14.000 millones en 2015 y 2016, prácticamente el 1,4% del PIB, según un artículo elaborado por los investigadores José Féliz Sánz, Juan Manual Castañer y Desiderio Romero.

Los autores parten de las previsiones de incremento de la renta nominal de los hogares realizadas por Funcas (3,3% en 2015 y 3,5% en 2016) y aplican las elasticidades calculadas para cada impuesto (1,48 en el IRPF y 1 en los impuestos sobre el consumo). En concreto, estiman que la mejora de la situación económica generará un incremento de la recaudación de IRPF de 3.880 millones en 2015 y 4.062 millones en 2016. Por su parte, los ingresos por impuestos sobre el consumo de los hogares crecerán en 2.858 millones este año en 2.978 millones en 2016.

Los autores explican que el diseño progresivo del IRPF hace que su recaudación sea relativamente sensible al ciclo, aunque, en términos recaudatorios, la eventual mejora del ciclo no será igualmente rentable para todas las comunidades autónomas. De hecho, cree que el mismo incremento generará un aumento relativo de los ingresos mayor en las comunidades pobres que en las ricas.

Los autores advierten de que la mejora de la recaudación puede ser muy superior porque no se ha tenido en cuenta el efecto que pueda tener la reforma fiscal, que entró en vigor el 1 de enero de 2015 y que se intensificará en 2016 ni la recaudación de impuestos sobre el consumo de las administraciones públicas y las empresas.

Otro de los artículos divulgados este miércoles por Funcas analiza la reforma fiscal desde el punto de vista de los asesores fiscales. José María Durán-Cabré y Alejandro Esteller-Moré señalan que los cambios aprobados van en la dirección de eliminar las disfunciones previas, aunque quedan aspectos sin tratar relacionados con el IVA y la imposición de la riqueza.

En concreto, cree que la reforma reduce «algo» la brecha entre los tipos impositivos máximos del IRPF y Sociedades, aunque sigue existiendo una diferencia «considerable». Por otro lado, cree que se han incluido cambios de la reforma de Sociedades que pueden hacer que se usen menos las estructuras societarias con la finalidad de reducir el coste fiscal, aunque otras modificaciones van en sentido contrario.

Así, concluye que la reforma va en «la dirección correcta» para eliminar distorsiones del sistema, mitigar la planificación fiscal y reducir la complejidad. Aún así, Funcas consideraría «deseable» evitar la hiperactividad legislativa y que los resultados de esta reforma sirvan para encauzar la recuperación y una mayor estabilidad en el sistema fiscal.

Fuente: Diario EL PAIS